El Real Madrid atraviesa un momento delicado que va más allá de los resultados recientes. A pesar de contar con una plantilla repleta de estrellas y la ilusión generada por la llegada de Xabi Alonso al banquillo, el vestuario blanco estaría sufriendo una fractura interna.
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La raíz del conflicto no es puramente deportiva, sino una presunta división de opiniones sobre la figura y, especialmente, los métodos de trabajo del nuevo entrenador vasco. La situación, de no ser atajada con urgencia, podría suponer una ruptura total de la dinámica del equipo.
Las estrellas descontentas
La disconformidad provendría de algunos de los pilares fundamentales y las figuras mediáticas más importantes del club, jugadores que gozaban de un estatus diferente bajo la gestión de Carlo Ancelotti.
Entre los nombres señalados por la prensa como críticos con Xabi Alonso y sus métodos, se encuentran: Jude Bellingham, Vinícius Jr., Rodrygo Goes y Fede Valverde.
Estos futbolistas, acostumbrados a ser "intocables" o a tener una gestión de grupo más flexible, estarían chocando con la disciplina más estricta y el alto nivel de exigencia táctica que Alonso ha intentado imponer desde su llegada.
Los defensores de Alonso
En la otra cara de la moneda, existe un grupo de jugadores que sí respaldaría la metodología del ex Bayer Leverkusen y que ve con buenos ojos el rigor y la intensidad de los entrenamientos y el plan de juego:
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Aurelien Tchouaméni
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Arda Güler
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Kylian Mbappé
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Éder Militão
Esta facción estaría alineada con la visión del técnico de construir un equipo más sólido y con mayor control táctico. Güler y Mbappé son dos piezas bastante beneficiadas desde la llegada del técnico español, mejorando considerablemente sus números e importancia.
Situación al borde del colapso
El club y Xabi Alonso se enfrentan a un punto de inflexión. Para evitar una temporada fallida, la situación debe resolverse cuanto antes.
La directiva, por su parte, debe decidir si respalda incondicionalmente a Xabi, el técnico que eligieron para liderar el nuevo proyecto, o si permite que el poder del vestuario dicte el destino del banquillo, un patrón que se ha repetido en el pasado.
La temporada del Real Madrid se juega en el campo, pero la batalla más importante ahora mismo parece librarse en el vestuario.