Desde 2019, solo tres jugadores en todas las Grandes Ligas han logrado combinar poder y consistencia ofensiva al más alto nivel. Aaron Judge, Shohei Ohtani y Pete Alonso forman parte de un club verdaderamente exclusivo, ya que cada uno supera los 900 hits y los 250 jonrones en ese lapso. No es casualidad que sus nombres aparezcan juntos cuando se habla de los bates más temidos del beisbol moderno.
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Judge ha sido el rostro del poder en Nueva York, con temporadas que rozan lo histórico y un swing que puede cambiar el rumbo de un juego con un solo turno. Ohtani, por su parte, continúa redefiniendo lo que significa ser una superestrella: domina desde el montículo y también desde el plato, acumulando números que parecen sacados de un videojuego. Además, en lo colectivo también ha dado frutos, ya que registra par de Series Mundiales (consecutivas) con los Dodgers de Los Ángeles.
Pete Alonso, el bate más constante del mercado
Y en medio de esas dos figuras globales, Pete Alonso sigue haciendo lo suyo: producir. El primera base no solo se ha ganado la etiqueta de “slugger”, sino que ha demostrado una regularidad que pocos pueden igualar. Año tras año, figura entre los líderes de cuadrangulares y carreras impulsadas, una muestra de su valor y constancia.
Con el mercado de agentes libres moviéndose y varios equipos buscando poder en la parte media del orden para la temporada 2026 de MLB, Alonso se perfila como el mejor primera base disponible y uno de los bates más completos de su generación. En una era de estrellas, su nombre se mantiene, firme, dentro del club más selecto del beisbol.