Shohei Ohtani vuelve a estar en boca de todos. El japonés es finalista al Jugador Más Valioso de la Liga Nacional junto a Kyle Schwarber y Juan Soto, tras una temporada descomunal, donde registró 55 jonrones, OPS de 1.014 y 2.87 de efectividad como lanzador. Su impacto fue tan grande que muchos ya lo dan como favorito, y con razón. Si el 13 de noviembre su nombre vuelve a ser anunciado, podría escribir otra página histórica en el beisbol de Grandes Ligas.
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Cuatro JMV: una élite con pocos nombres
El nipón de los Dodgers de Los Ángeles ya es parte de un grupo muy exclusivo con tres premios al JMV, junto a leyendas como Albert Pujols, Mike Trout y Alex Rodríguez. Si logra el cuarto, se uniría a un club de solo dos miembros: él y Barry Bonds, el único con más (siete). De lograrlo, su lugar entre los grandes estaría asegurado.
Buscando el triplete consecutivo
Ganar tres premios al hilo parece casi imposible. Solo Barry Bonds lo consiguió en toda la historia. Ohtani ya tiene dos seguidos (2023 y 2024), y si repite, igualará una hazaña que nadie ha logrado en más de dos décadas. En tiempos modernos, ni Pujols ni Trout pudieron hacerlo.
Orgullo Dodger y récords compartidos
Desde que los Dodgers se mudaron a Los Ángeles, ningún jugador ha ganado más de un MVP con el equipo. Solo Roy Campanella lo hizo cuando jugaban en Brooklyn. El japonés podría ser el segundo en lograrlo y, además, el primero en conseguir premios consecutivos en sus dos primeras temporadas con la franquicia, algo que solo Roger Maris consiguió con los Yankees.
El fenómeno de dos vías sigue haciendo historia
Lo más impresionante de Shohei Ohtani es que sigue siendo un jugador de dos mundos. Ganar otro MVP siendo bateador y lanzador parcial lo pondría por encima de cualquier precedente moderno. En casi tres décadas, solo dos pitchers habían ganado estre premio: Justin Verlander y Clayton Kershaw. Ohtani, con tres en ese rol dual, superaría a ambos. Lo suyo ya no es una racha: es una era.