Los Houston Rockets arrancaron la temporada 2025-26 de la NBA haciendo historia, y no precisamente por una jugada espectacular o una canasta en el último segundo. Su récord llegó antes de que sonara el primer silbato, ya que presentaron el quinteto titular más alto en una Opening Night desde que existen registros, en 1970.
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Houston, el experimento de los gigantes
Con Amen Thompson (2.01m) como el más “bajo” del grupo, acompañado por Kevin Durant, Jabari Smith Jr., Alperen Sengun y Steven Adams, todos con 2.11 metros, los Rockets salieron a la cancha con una alineación que desafía cualquier estándar moderno de la NBA.
Una apuesta que mezcla juventud, experiencia y una clara intención de dominar desde la talla. En una liga cada vez más enfocada en la versatilidad y el juego exterior, Houston parece nadar contra la corriente. Su propuesta busca imponer presencia física en ambos costados de la cancha, con jugadores capaces de cambiar en defensa sin perder tamaño y castigar cerca del aro en ataque.
El resultado de este experimento aún está por verse, pero una cosa es segura, y es que los Rockets no pasarán desapercibidos. En un momento donde la NBA celebra la velocidad y el tiro de tres, Houston se atreve a apostar por algo distinto. Y en el baloncesto, a veces, lo diferente es justo lo que cambia el juego.