El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó la demolición total del histórico Ala Este de la Casa Blanca para dar paso a la construcción de un ostentoso salón de baile valorado en 300 millones de dólares. La intervención será más extensa de lo planeado inicialmente, ya que el mandatario decidió demoler la estructura completa.
La sección en cuestión data de 1902 y fue renovada en 1942, en lugar de realizar una simple ampliación parcial. El mandatario justificó la medida por la necesidad de contar con un espacio adecuado para celebrar cenas de Estado y eventos de gran magnitud, los cuales hasta ahora debían organizarse en carpas, argumentando que la demolición facilitaba un diseño más sólido y económico.
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