La Policía Nacional ha detenido a la empleada del hogar de Iker Casillas y a su pareja, un hombre identificado como vigilante de seguridad de la misma urbanización donde reside el ex portero del Real Madrid, por su implicación en el robo de cinco relojes de alta gama en la vivienda del ex cancerbero.
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La operación, que ha esclarecido el suceso con rapidez, ha permitido recuperar dos de las piezas sustraídas (algunas fuentes indican que en parte se trataba de réplicas que la pareja habría usado para sustituir las originales), mientras prosigue la búsqueda de las otras tres. Los relojes sustraídos tendrían un valor estimado en decenas de miles de euros.
La identidad del cómplice y la 'Operación Fuga'
La denuncia del robo fue presentada por Iker Casillas el pasado 16 de octubre, al detectar la desaparición de los relojes en su domicilio de Pozuelo de Alarcón (Madrid). La investigación se aceleró al conocerse que los dos sospechosos, que son pareja, planeaban abandonar el país de forma inminente, lo que llevó a su arresto el martes 21 de octubre.
Fuentes policiales han confirmado que el caso ha sido esclarecido gracias a la rápida actuación de los agentes, quienes trabajan ahora en localizar los tres relojes restantes que todavía no han sido recuperados. El segundo detenido es la pareja sentimental de la empleada y trabajaría como vigilante de seguridad de la urbanización de lujo La Finca, donde reside el exfutbolista, lo que indica un acceso privilegiado a la vivienda.
La implicación de una persona del entorno doméstico del ex guardameta de la selección nacional añade un componente de traición de confianza al suceso, que ha generado gran atención mediática. La empleada llevaría años trabajando para Casillas.
Ambos arrestados han pasado a disposición judicial, mientras la investigación continúa abierta para esclarecer completamente lo ocurrido y recuperar el resto del botín de las piezas de colección.
