Desde talco para bebés hasta dietas solo de pollo, explora los rituales más extraños en la historia de los deportes.
En los deportes, donde cada pequeña ventaja importa, muchos atletas depositan su confianza en hábitos y rutinas muy extrañas. Estas supersticiones pueden parecer raras, pero a los atletas los ayuda a crear confianza y concentración.
Ya sea que se trate de algo que comenzaron a hacer luego de una victoria o un ritual que les pasó un compañero de equipo, estas prácticas a menudo se convierten en parte de su rutina diaria. Desde el fútbol hasta el tenis, la superstición aparece en todos los deportes y puede ser tan importante para los atletas como la práctica o el entrenamiento.
Rituales personales: excéntricos, emocionales y esenciales
Algunas rutinas son famosas por quién las hace. Michael Jordan usaba sus viejos pantalones cortos de baloncesto universitario bajo su uniforme de la NBA para tener buena suerte. Rafael Nadal es conocido por alinear sus botellas de agua a la perfección y seguir los mismos pasos antes de cada servicio.
Las estrellas del fútbol también tienen sus peculiaridades. Cristiano Ronaldo usa los mismos calcetines durante las rachas ganadoras, siempre sale al campo con el pie derecho y guarda una moneda de su abuelo como amuleto de la suerte. Lionel Messi respira hondo y retrocede de la misma manera antes de un tiro libre. Johan Cruyff le daba una palmada al estómago de su portero y escupía un chicle antes de los partidos.
Estas prácticas pueden parecer extrañas para los que lo vemos de afuera, pero para los atletas, ocupan un lugar importante dentro del juego como los ejercicios de entrenamiento o la estrategia de equipo. Lo fascinante es ver cómo estas pequeñas peculiaridades, a veces nacidas de momentos totalmente casuales, se convierten en hábitos de por vida que definen la identidad de un jugador dentro y fuera del campo.
Es esta mezcla de psicología, presión y creencias personales lo que hace que las supersticiones deportivas sean tan convincentes. Ya sea Michael Jordan con sus viejos pantalones cortos universitarios debajo de su uniforme de la NBA o los atletas olímpicos agarrados a un amuleto de la suerte antes de la competencia, estos rituales nos dicen que el talento por sí solo no siempre parece suficiente. Al igual que los ávidos apostadores deportivos que persiguen las apuestas gratis más calientes y los códigos de bonificación sin depósito, los atletas a menudo persiguen esa tajada extra de suerte para inclinar la balanza a su favor. ¿El resultado? Una larga lista de tradiciones inusuales que van desde prácticas encantadoras hasta las más excéntricas, cada una con su propia historia detrás.
Raro, obsesivo y a veces insalubre
Algunos hábitos de los atletas son francamente peculiares. Jason Giambi llevaba una tanga dorada cuando estaba en una caída de bateo. El entrenador de fútbol Barry Fry orinó en las cuatro esquinas del campo para romper una maldición. El entrenador de la LSU, Les Miles, comía césped durante los partidos. Lyoto Machida, luchador de MMA, bebía su propia orina porque creía que le ayudaba a su cuerpo.
Estas acciones no siempre tienen sentido, pero le dan a los atletas una sensación de control cuando todo lo demás se siente incierto.
Patrones y rutinas: superstición estructurada
No todas las supersticiones deportivas son extremas. Algunas se tratan de apegarse a una rutina. El gran jugador de béisbol Wade Boggs siempre practicaba el bateo a las 5:17 y comía pollo antes de cada partido. La estrella del tenis Daniil Medvedev siempre come exactamente dos horas y media antes de sus partidos. Phil Jones elige qué calcetín ponerse primero en función de si el Manchester United está jugando de local o de visitante.
Para estos atletas, apegarse a un patrón es calmante y les ayuda a concentrarse
Tradiciones de todo el equipo
No solo se trata de los individuos: los equipos también pueden tener supersticiones. Los jugadores de la NHL se dejan crecer "barbas de playoffs" y los jugadores de béisbol voltean sus gorras al comienzo de una recuperación del equipo en el campo de juego. La selección ecuatoriana de fútbol incluso trajo a un místico para bendecir los estadios durante la Copa del Mundo.
Algunos jugadores también protegen su espacio personal. Los lanzadores odian cuando alguien pisa el montículo. El portero de hockey Ed Belfour no dejaba que nadie tocara sus elementos y pertenencias.
Estos rituales de equipo pueden ayudar a construir un sentido de unidad o simplemente evitar que todos rompan una racha de suerte.
El poder de la creencia
Incluso los hábitos más extraños tienen un propósito, por que ayudan a los atletas a sentirse bajo control, especialmente cuando la presión es tan alta.
Algunos creen en los amuletos de la suerte, otros siguen rutinas estrictas. Pero ya sea que se trate de talco para bebes en los palos de hockey o de calcetines de la suerte usados por el novio de una surfista, estos rituales muestran hasta dónde son capaces de llegar los atletas para sentirse preparados y confiados.
En los deportes, la creencia puede ser tan poderosa como la habilidad, y a veces, igual de importante.