Jhonathan Aray se ha posicionado como una figura destacada en el hipismo venezolano. El jinete logra sus objetivos gracias a una rigurosa disciplina y a una inquebrantable perseverancia, cualidades que lo distinguen en cada competencia.
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Jinete: Jhonathan Aray Marca profesional La Rinconada
El pasado domingo, Jhonathan Aray alcanzó un hito en su carrera. El jinete logró su triunfo número 300 en los óvalos venezolanos, una victoria que marca un logro importante en su trayectoria profesional.
Precisamente fue en la edición número 20 de la Copa Invitacional del Caribe (G1), el segundo de las siete selectivas que formó parte de la Gala Hípica de Caracas de la reunión 32 por intermedio del ejemplar importado invicto Special Element (USA).
El tiempo fue de 97’’1 para el recorrido de la milla y abonó dividendo de Bs 67,25 a ganador.
El presentado por el trainer Carlos Luis Uzcátegui para los colores del Stud Yellowstone consiguió esta prestigiosa prueba por dentro y en un bonito duelo con la yegua chilena Steady que iba por la parte externa de la pista.
Cabe mencionar que no sólo alcanza la marca de las 300 fotografías de por vida sino que también marcó el triunfo 301 en la sexta edición del Clásico Fundación de Propietarios Hípicos de Venezuela (G1) de la misma Gala Hípica de Caracas con el ejemplar Padel.
Ambas victorias adquirió una dimensión especial para Jhonathan Aray y con estos impresionantes registros lo posiciona como uno de los jinetes más consistentes y exitosos en el deporte hípíco venezolano.
En una sola frase: Aray es un fiel testimonio de su perseverancia y su innegable habilidad para montar a los purasangres estrellas.