Agónico, esa es la palabra que define el encuentro que vivió el Liverpool en la Premier League contra su par del Crystal Palace, tras marcarse una remontada (1-2), con un gol superando el minuto 90', en una jornada que se le venía complicando gracias al nivel altísimo de su rival. Este resultado fue clave porque le dio a los de Jurgen Klopp el liderato momentáneo, a expensas de lo que haga Arsenal hoy en su juego.
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Este duelo contra el Palace fue un auténtico reto para el equipo rojo, porque el local fue mejor en muchos tramos del partido. Nada más en la primera mitad, pudieron adelantarse en el marcador con una contra, que finalizó en un disparo de Odsonne Edouard y que encontró oposición en la línea de la portería de Alisson Becker.
El primer tiempo también estuvo marcado por la intervención del VAR, que revirtió un penal sentenciado al equipo local, por una falta previa a un jugador del Liverpool en la frontal del área. Así pues, los goles quedaron reservados para el segundo tramo, donde el Crystal abrió la pizarra.
La aparición del VAR
El tanto fue obra por la vía del penal, que también fue revisado por el colegiado en las pantallas y que terminó transformado en gol al 57' Jean-Philippe Mateta, quien había ingresado por Edouard.
La respuesta de los dirigidos por Klopp tardó en llegar y fue en el 76' cuando pudieron igualar las acciones con una diana de Mohamed Salah. Así entonces, con el marcador en tablas, todo parecía que sería el destino del compromiso, hasta que Harvey Elliott se inventó una jugada en la frontal -al 90+1- y sacó un disparo que se le coló al guardameta Sam Johnstone.
Con este final, Liverpool se trepó a la cima del campeonato con 37 puntos, a esperas de lo que haga el Arsenal, que va segundo -ahora mismo- con 36 unidades y en su compromiso de hoy contra el Aston Villa, tercero de la Premier League (32).