La eliminación de los Boston Celtics en los playoffs 2024-25, marcada por la devastadora rotura del tendón de Aquiles de Jayson Tatum, obligó al presidente de operaciones, Brad Stevens, a una cirugía mayor en la plantilla. El líder y estrella de la franquicia se perderá la mayor parte, si no toda, de la temporada 2025-26, creando un vacío de talento que Stevens está obligado a llenar bajo una inmensa presión financiera.
La palabra de Stevens: confianza en el "núcleo joven" y en Jaylen Brown
Brad Stevens ha mantenido una postura firme, enfocada en la competitividad inmediata y la sostenibilidad financiera a largo plazo. Su enfoque se centra en la capacidad de los jugadores restantes para asumir el liderazgo:
"Tenemos una base realmente buena. Obviamente, cuando hablamos de no ser tan 'top-heavy' como lo hemos sido en el pasado, pensamos: 'bueno, tenemos a Jaylen Brown. Tenemos a Derrick White, tenemos a Pritchard.' Esos muchachos han pasado por mucho y han ganado muchos partidos", declaró Stevens.
El GM ha depositado su fe en Jaylen Brown para asumir el rol de líder principal. Tras mostrar un desempeño notable en los playoffs de 2024-25, especialmente en los juegos donde Tatum estuvo ausente, Stevens confía en su crecimiento: "No hay dudas de que Jaylen llamará más atención y va a evolucionar con esto. Creo que él está listo para cualquier desafío."
El enigma financiero y mental de la rehabilitación
Además del desafío deportivo, la gerencia de Boston navega por un complejo panorama financiero. Con los salarios de Tatum, Brown y White totalizando cifras astronómicas que superan el límite del tope salarial, los Celtics enfrentan un potencial pago de impuesto de lujo que podría ser el más alto en la historia de la NBA bajo el actual Acuerdo Colectivo de Trabajo (CBA). Stevens admitió que la franquicia debe "ponerlo en una balanza" para asegurar la competitividad sin quebrar las cuentas.
En cuanto a Tatum, Stevens destacó la fortaleza mental requerida para la recuperación, sabiendo que el proceso será largo y difícil.
"Obviamente, esto es difícil. Superdifícil, para Jayson más que para cualquier otra persona. Él ama competir, ama estar en la cancha. Hasta perder dos juegos ya es frustrante para él. Sabemos que será un proceso largo, con muchas etapas antes de que él vuelva a jugar."
A pesar de las bajas, Stevens ha priorizado la incorporación de jugadores "hambrientos, quizás no probados, pero de gran carácter", buscando una cultura de trabajo que mantenga a los Celtics en la conversación de contendientes, incluso con su pilar fuera de combate.