La polémica que envolvió el traslado del partido liguero entre el Villarreal CF y FC Barcelona a Miami ha llegado a su fin. LaLiga ha anunciado de manera oficial la suspensión de este evento inédito en Estados Unidos, cediendo ante la inmensa presión y la "incertidumbre generada en España" por esta decisión.
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El compromiso, correspondiente a la jornada 17 del campeonato nacional, que estaba pautado para jugarse en el Hard Rock Stadium de Miami el 20 de diciembre, finalmente se disputará en España, en el Estadio de la Cerámica, tal y como estaba previsto originalmente en el calendario.
La revuelta del fútbol español
La cancelación llega como la culminación de un conflicto que puso en pie de guerra a gran parte del fútbol español. Desde que LaLiga anunció su acuerdo con la promotora estadounidense Relevent para llevar un partido oficial a Norteamérica, la oposición fue frontal y en diversos frentes:
Quejas de jugadores y entrenadores
La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), el sindicato que representa a los jugadores, fue la voz más crítica. La semana pasada, en la jornada previa, los futbolistas de todos los equipos de Primera División realizaron una protesta simbólica de brazos caídos durante los primeros segundos de sus partidos.
La AFE denunció la "falta de transparencia, diálogo y coherencia" de LaLiga por tomar una decisión que afectaba directamente a los protagonistas y a la integridad de la competición.
Comunicado del Real Madrid
El Real Madrid CF se mantuvo firmemente en contra del "Plan Miami", llevando su queja ante la FIFA, argumentando que la deslocalización del partido vulneraba los derechos de los aficionados y adulteraba la competencia.
El comunicado de la competición doméstica pone punto y final a esta batalla institucional y deportiva. Si bien el presidente de LaLiga, Javier Tebas, ha defendido la idea como una estrategia de expansión global, la presión unánime de los futbolistas y la falta de garantías deportivas han forzado el regreso del encuentro a su feudo original.