El expresidente de Uruguay, José "Pepe" Mujica, falleció este martes 13 de mayo de 2025 a los 89 años, dejando tras de sí un legado de humildad, coherencia y pensamiento crítico. Conocido por su estilo de vida austero y su compromiso con la justicia social, Mujica no dudó en expresar su opinión sobre diversos temas, incluido el mundo del fútbol.
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Mujica y su crítica a los sueldos millonarios en el fútbol
En una entrevista concedida en 2020 a Radio Rivadavia, Mujica manifestó su preocupación por los elevados salarios que perciben algunos futbolistas, considerando que estos "ofenden, sobre todo por cómo están nuestros pueblos". Sin embargo, aclaró que no responsabilizaba a los jugadores, ya que "son el pretexto para una movilización económica que gira alrededor de ellos".
El exmandatario lamentó que el fútbol se haya transformado en un negocio, perdiendo parte de su esencia artística y mágica. "Las sociedades modernas y actuales se caracterizan en transformar en negocio hasta los suspiros", afirmó, destacando cómo el deporte rey ha sido absorbido por la lógica del mercado.
Una visión crítica desde la experiencia personal
Mujica no solo opinaba desde la teoría; también tenía una conexión personal con el fútbol. Recordó con humor sus días como jugador amateur: "Jugaba, pero era malo, eh... Era malo. Daba muchas patadas, y me daban muchas a mí". Hincha del club Cerro, expresó su cariño por el equipo de su barrio, a pesar de no ser de los más exitosos.
Además, compartió anécdotas sobre el fútbol uruguayo de antaño, mencionando cómo en los años 50, jugadores como Aníbal Paz recibían pagos simbólicos, como un chorizo y una cerveza, en contraste con las cifras astronómicas actuales.
Reflexiones sobre la desigualdad y el papel del fútbol
Para Mujica, el problema de los altos salarios en el fútbol era un reflejo de una sociedad que valora más el entretenimiento que servicios esenciales como la salud o la educación. En otra ocasión, expresó que "un jugador de fútbol no puede cobrar más que un doctor. Y un político no puede cobrar más que un profesor".
Su crítica no era hacia los deportistas, sino hacia un sistema que prioriza el lucro por encima del bienestar colectivo. "Hemos generado una cultura contemporánea que por un lado es un motor para empujar, pero ese motor ha multiplicado nuestro egoísmo al infinito", señaló, subrayando la necesidad de replantear los valores que rigen nuestras sociedades.
La partida de José Mujica deja un vacío en la política y el pensamiento crítico latinoamericano. Su legado perdurará como un llamado constante a la reflexión sobre la equidad, la justicia y la verdadera riqueza de las naciones.