Enero llega con la motivación de empezar nuevas rutinas y mejorar el bienestar físico, pero muchas veces estas buenas intenciones se disipan rápidamente. Según expertos, el problema no está en la falta de esfuerzo, sino en cómo se establecen las metas de ejercicio. Aquí te presentamos cinco consejos prácticos y respaldados por especialistas para que este año logres mantenerte activo y motivado.
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1. Establece metas realistas
Uno de los principales errores es proponerse objetivos poco alcanzables. Amanda Katz, entrenadora de carrera certificada, advierte sobre el peligro de compararse con otros: “La aptitud física no tiene una apariencia definida. No puedes mirar a alguien y asumir que está en forma”.
Comienza evaluando tu nivel actual y empieza de forma gradual. Victoria Sekely, fisioterapeuta, recomienda sesiones breves: “Empieza muy despacio y trabaja para ser constante”. Incluso algo tan simple como 10 minutos de movimiento diario puede marcar la diferencia. Evita las rutinas excesivamente intensas que pueden llevar al agotamiento o lesiones.
2. Diseña metas específicas y claras
La ambigüedad en las metas suele ser otro obstáculo. El método SMART (específico, medible, alcanzable, relevante y con plazos determinados) es una herramienta útil.
Por ejemplo, en lugar de decir “Quiero hacer más ejercicio”, establece objetivos concretos como asistir a una clase de yoga tres veces por semana o correr 5 kilómetros en un mes. Katz también sugiere diversificar las actividades, combinando entrenamientos de fuerza y cardio para mantener el interés.
3. Crea un entorno favorable
Tu espacio de ejercicio tiene un impacto significativo en tu constancia. Amanda Katz señala que encontrar el lugar adecuado, ya sea un gimnasio, un parque o tu hogar, es clave para sentirse cómodo.
También es fundamental reservar un tiempo específico para entrenar, tratándolo como una cita inamovible. Planificar una rutina semanal te permitirá organizarte y cumplir con tus objetivos de manera efectiva.
4. Adopta una mentalidad flexible
No siempre estarás motivado, y eso es normal. La clave está en mantener una mentalidad abierta y evitar ser demasiado crítico contigo mismo. “La motivación es pasajera, pero el movimiento crea hábito”, explica Stella Volpe, presidenta del Colegio Americano de Medicina del Deporte.
En días difíciles, prioriza incluso pequeños pasos. Cinco minutos de actividad son mejores que ninguno. Cambiar la palabra “ejercicio” por “movimiento” puede hacer que la tarea se sienta más accesible.
5. Recuerda tu propósito
Tener claro por qué comenzaste es esencial para mantenerte enfocado. Amanda Katz destaca que los beneficios del ejercicio van más allá de lo estético: mejora la salud ósea, fortalece ligamentos, aumenta la cognición y favorece el equilibrio.
Disfrutar del proceso también es crucial. Sekely aconseja concentrarse en el camino, no solo en los resultados. Si encuentras satisfacción en el ejercicio, será más fácil convertirlo en un hábito duradero. Con estos consejos, tus metas de ejercicio no solo serán alcanzables, sino sostenibles. La clave está en dar pasos pequeños pero consistentes hacia un estilo de vida más saludable.