El Departamento de Estado de Estados Unidos ha anunciado que, en lo que va de 2025, se han revocado más de 6,000 visas de estudiantes. Esta medida responde a estadías vencidas y violaciones de la ley, incluyendo actividades vinculadas al terrorismo. Esta ofensiva es parte del enfoque más estricto de la administración de Donald Trump en materia de política migratoria.
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Según un alto funcionario del Departamento de Estado, la mayoría de las visas canceladas se debieron a infracciones comunes, como agresiones, robos y conducción bajo los efectos del alcohol. De los casos reportados, alrededor de 4,000 estudiantes perdieron sus visas por estos delitos. Además, entre 200 y 300 visas fueron revocadas debido a la financiación o apoyo al grupo militante Hamás, considerado una organización terrorista por el gobierno estadounidense.
Un contexto de endurecimiento migratorio
El incremento en las revocaciones coincide con las órdenes ejecutivas firmadas por Trump en enero, que instruyen a las agencias federales a intensificar la revisión de solicitantes provenientes de países considerados de riesgo. Estas medidas también incluyen sanciones más severas contra el antisemitismo y la violencia política. En total, el Departamento de Estado reporta que se han revocado aproximadamente 40,000 visas en 2025, cifra que supera significativamente las 16,000 retiradas durante el mismo periodo bajo la administración del presidente demócrata Joe Biden.
Críticas a las medidas adoptadas
Legisladores demócratas han criticado estas acciones, argumentando que representan una violación del debido proceso. El senador Jeff Merkley (Oregón) afirmó que el gobierno está llevando a cabo "un ataque fundamental a la libertad" al cancelar visas sin un procedimiento legal adecuado. A pesar de estas críticas, el secretario de Estado, Marco Rubio, reafirmó que se continuará revisando el estatus migratorio de los estudiantes involucrados en protestas a favor de Palestina.
Implicaciones para los estudiantes internacionales
Las visas de estudiante permiten a los extranjeros estudiar temporalmente en Estados Unidos, a diferencia de la residencia permanente o "green card". Con las nuevas disposiciones implementadas por la administración Trump, se busca enviar un mensaje claro: cualquier violación legal o conexión con organizaciones extremistas puede resultar en la pérdida inmediata del estatus migratorio.