La detención del salvadoreño, Kilmar Ábrego García, este lunes 25 de agosto ha generado una controversia en Estados Unidos, debido a su posible deportación a Uganda o su país de origen. Este caso aún está en revisión, luego que una jueza también frenara su proceso de extradición.
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García fue detenido por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Baltimore este lunes pero luego fue puesto en libertad y enviado a su casa. Sus abogados presentaron rápidamente una demanda para frenar un nuevo esfuerzos de expulsión hasta que un tribunal escuche su solicitud de protección, afirmando que Estados Unidos puede enviarlo a un país donde "no se puede garantizar su seguridad".
Acusaciones y negaciones
La administración Trump, incluyendo a la Secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, han acusado repetidamente a Abrego García de ser miembro de la pandilla MS-13, traficante de personas y violencia doméstica. Abrego García niega estas acusaciones y se ha declarado no culpable de los cargos de contrabando.
Sus abogados argumentan que el intento del gobierno de deportarlo a Uganda es una "persecución vengativa y selectiva" destinada a castigarlo por ejercer sus derechos constitucionales. Señalan que previamente se le había ofrecido un acuerdo de culpabilidad con deportación a Costa Rica, el cual rechazó.
Una jueza frena la deportación
Paula Xinis, jueza federal de Maryland, ordenó este lunes a las autoridades mantener a Kilmar Ábrego García en Estados Unidos, mientras evalúa el estatus legal del salvadoreño. Aunque no negado la opción de la deportación a un tercer país como Uganda. La jurista quiere asegurarse que no se violen sus derechos civiles del latino.