El Real Madrid ha abierto un debate que mezcla reglamento, precedentes y ruido mediático con la inscripción de Franco Mastantuono. El joven talento argentino, fichado desde River Plate por 62,7 millones de euros, debutó ante Osasuna en la primera jornada de Liga con 22 minutos en el campo. Aunque aparece inscrito con ficha del Castilla y el dorsal 30, lo cierto es que su papel será con el primer equipo de Xabi Alonso. El propio futbolista pidió mantener ese número por razones sentimentales, ya que lo utilizaba en River.
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Qué dice el reglamento
La decisión generó críticas por un supuesto “fraude de ley”, amparadas en el artículo 125 del reglamento de la RFEF. Sin embargo, la normativa permite que cualquier jugador menor de 23 años con ficha de filial pueda alternar sin limitaciones entre el primer equipo y el segundo, siempre que tenga licencia en regla. El único límite es que no se utilice esta inscripción con mala fe para eludir la numeración oficial (1-25) o sacar ventajas indebidas. En la práctica, este mecanismo está reconocido y es habitual en LaLiga.
Miguel Galán, presidente de CENAFE, sugirió que podría existir riesgo de alineación indebida si Mastantuono jugara en Liga con ficha del filial. No obstante, esa interpretación resulta difícil de sostener: el argentino cuenta con licencia válida y su dorsal 30 está autorizado para competir. Además, el reglamento aclara que la simple convocatoria no constituye infracción, y para sancionar tendría que probarse intención de fraude, algo muy complicado teniendo en cuenta los múltiples precedentes.
Una práctica extendida en LaLiga
El movimiento del Real Madrid no es un caso aislado. En las dos últimas temporadas, más de una decena de clubes de Primera inscribieron a futbolistas con ficha de filial que, en realidad, se integraron en el primer equipo. Ejemplos recientes incluyen a Chadi Riad y Altimira en el Betis, Agoumé y Hannibal en el Sevilla, Robert Navarro en Cádiz y Mallorca, o Fábio Silva y Essugo en Las Palmas. Ninguno de esos casos derivó en sanción, lo que confirma que se trata de una práctica asumida y legal.
La llamada “fórmula Mastantuono” responde más a la gestión de plantillas y al control del límite salarial que a una laguna normativa. Este recurso permite a los clubes mantener flexibilidad en la inscripción de jugadores y liberar fichas profesionales sin incumplir el reglamento. La polémica, por tanto, parece residir más en el nombre y la magnitud del fichaje que en la legalidad de la operación, pues la práctica es recurrente y plenamente aceptada en el fútbol español.