La comunidad artística internacional está de luto tras la trágica muerte del reconocido cantante de ópera Jubilant Sykes, figura emblemática por su versatilidad vocal y su intensa presencia escénica.
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El artista fue apuñalado hasta la muerte en su propia casa, y, hasta el momento las autoridades tienen como principal sospechoso a un familiar. El suceso conmocionó no solo a sus seguidores sino también a colegas y críticos que compartieron con él y respetaban su trabajo.
¿Cómo ocurrieron los hechos?
La noche del 8 de diciembre agentes de la policía de Santa Mónica, California, respondieron a un llamado de emergencia por un asalto en progreso en la residencia de Sykes. Al llegar, encontraron al cantante, de 71 años, con múltiples heridas de arma blanca.
Los paramédicos lo declararon muerto en el lugar y la policía detuvo a su hijo, Micah Sykes, de 31 años, como el principal sospechoso del homicidio. Fue detenido “sin incidentes” y actualmente se encuentra bajo custodia policial con una fianza establecida de 2 millones de dólares.
Aunque el caso continúa bajo revisión, la policía informó que hasta ahora no hay una amenaza activa para la comunidad y se mantiene como un suceso aparentemente aislado.
Según reportes, Micah, el hijo mayor de Sykes, tenía antecedentes de problemas de salud mental, incluyendo una intervención psiquiátrica involuntaria en el pasado y una orden de restricción por conducta amenazante.
¿Quién era Jubilant Sykes?
Jubilant Sykes era mucho más que un cantante de ópera, su voz resonaba en géneros que iban desde el gospel hasta el jazz y la música popular, lo que lo convertía en un intérprete versátil y querido.
Su carrera fue destacada por:
- Una nominación al Grammy en 2010 por su participación en la grabación de “Leonard Bernstein: Mass”, donde interpretó un papel crucial.
- Actuaciones en algunos de los escenarios más prestigiosos del mundo, incluyendo la Metropolitan Opera, Carnegie Hall y el Kennedy Center.
- Colaboraciones con artistas de alto perfil como Julie Andrews, Josh Groban y Carlos Santana, entre otros.
Amado por su generosidad y su enfoque humano de la música, Sykes también se desempeñaba como asesor artístico de la Orchestra Santa Mónica, donde contribuyó a múltiples producciones combinando narración y canto.