No hay nada más temido para un pitcher que tener que necesitar una cirugía Tommy John para poder recuperarse de una molestia en su brazo. De por sí, ya poseer una lesión de ligamento es bastante delicado y si es en el codo resulta aún más difícil de afrontar para un serpentinero.
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Dicha intervención quirúrgica surgió en 1974 como una necesidad de reparar los desgarros en el codo de los lanzadores. Esos desgarros son originados, generalmente, por movimientos fuertes y repetitivos de la articulación.
En la temporada 2023 de las Grandes Ligas han abundado la cantidad de serpentineros que han debido pasar por el quirófano debido a la razón anteriormente mencionada. En total han sido 27 los brazos afectados, de los cuales solo tres de ellos eran de jugadores de posición. Estrellas de la liga como Sandy Alcántara, Germán Márquez, Luis García, Félix Bautista, Shane McClanahan y Robbie Ray son algunos de los nombres que se perderán gran parte de la próxima campaña por ese motivo.
El hecho es que la actual zafra no ha sido en la que más Tommy John se han efectuado, sino que en 2012 se realizó la mayor cantidad con 36 (35 de lanzadores), seguido de 35 en 2021 (32 de lanzadores).
Lo frustrante para los deportistas que se someten a ese tipo de cirugías es el tiempo de recuperación, el cual no baja de 12 meses. En promedio, oscila entre un año y un año y medio entre reposo absoluto más rehabilitación.