En un movimiento que subraya la importancia de la química del vestuario y el desarrollo de jóvenes talentos, múltiples fuentes de la liga han confirmado que las estrellas Stephen Curry y Draymond Green de los Golden State Warriors, junto a Jimmy Butler han estado abogando de manera activa para que la gerencia de los Warriors "haga feliz" a Jonathan Kuminga, la prometedora ala-pívot del equipo.
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La expresión "hacer feliz" se interpreta en los círculos de la NBA como asegurar que un jugador joven y con gran potencial se sienta valorado, tanto en términos de su rol en la cancha como en las negociaciones de su contrato a largo plazo.
Esta defensa de alto perfil por parte de tres de los jugadores más influyentes y respetados de la liga resalta la creencia colectiva en el talento de Kuminga y su importancia para el futuro de la franquicia.
La conexión de Curry y Green
La intervención de Stephen Curry y Draymond Green no es casualidad. Como pilares de la dinastía de los Warriors, ambos han sido testigos directos del crecimiento y las luchas de Kuminga desde que fue seleccionado en el draft de 2021.
Curry, conocido por su liderazgo tranquilo y su enfoque en el desarrollo de la cultura del equipo, ha visto en Kuminga un jugador con el potencial de convertirse en una pieza clave para la próxima era de los Warriors. Su apoyo es un voto de confianza en las habilidades y la mentalidad del joven.
Por su parte, Draymond Green, una figura central tanto en la defensa como en la cohesión del equipo, ha trabajado de cerca con Kuminga en la cancha. La defensa de Green por Kuminga es un reflejo de su creencia en el potencial defensivo y ofensivo del jugador.
Él entiende que para que los Warriors se mantengan en la contienda por el campeonato, necesitan que su núcleo joven se desarrolle y se sienta comprometido a largo plazo.