El tiempo, que se ha mostrado inclemente con la mayoría de los atletas que superan la barrera de los 30 años, parece haberle declarado una tregua a Stephen Curry. Mientras se prepara para su decimoséptima temporada en la NBA, el rostro de los Golden State Warriors no solo muestra la madurez de un veterano, sino que exhibe un físico que ha sorprendido a aficionados y expertos por igual.
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Curry se enfocó en el gimnasio
Las recientes imágenes de Curry, visiblemente más fuerte y musculado, han desatado un debate en el mundo del baloncesto: ¿Es esta su respuesta a la implacable marcha del tiempo y a las crecientes exigencias de la liga?
La transformación física de Curry es, en muchos sentidos, una declaración de intenciones. Un jugador que ha cimentado su legado en un estilo de juego basado en la agilidad, el movimiento constante y una precisión de tiro sin precedentes, parece estar añadiendo una nueva dimensión a su arsenal.
El aumento de masa muscular no es un mero detalle estético; es una estrategia deliberada para afrontar los rigores de una liga cada vez más física y rápida. Este cambio podría permitirle absorber mejor el contacto en la pintura, defenderse de jugadores más grandes y mantener su explosividad a lo largo de una temporada completa, y potencialmente, hasta el final de los partidos más intensos.
A sus 37 años, la mayoría de los jugadores de su generación estarían en la fase de declive de sus carreras. Sin embargo, Curry se ha negado a seguir ese guion. La dedicación que ha mostrado en el gimnasio refleja su compromiso no solo con la excelencia, sino con la prolongación de su carrera al más alto nivel.
Una evolución notable en su físico
Su capacidad para reinventarse físicamente, años después de haber alcanzado la cima, es un testimonio de su ética de trabajo y de su hambre de seguir compitiendo por campeonatos.
La visión de un Curry más fuerte no solo emociona a la base de aficionados de los Warriors, sino que también envía un mensaje a sus rivales. En una Conferencia Oeste ultra competitiva, donde la fuerza y la agresividad dominan el juego, un Curry mejorado físicamente podría ser la diferencia entre una temporada prometedora y un fracaso.