La defensa de Terry Rozier, base del Heat de Miami, ha solicitado formalmente a un juez la desestimación de los cargos por apuestas deportivas que lo han mantenido alejado de los tabloncillos durante la presente temporada. Los abogados argumentan que el gobierno federal se ha extralimitado al transformar lo que consideran una disputa privada sobre el uso de información no pública en un caso de persecución criminal federal.
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En una moción hecha pública este martes, los representantes legales de Rozier sostienen que la teoría de la fiscalía —la cual afirma que el jugador impidió que las casas de apuestas tomaran decisiones informadas— contradice un fallo reciente de la Corte Suprema de los Estados Unidos que limita el alcance del estatuto federal de fraude electrónico (wire fraud).
Los detalles del incidente y las acusaciones
Rozier, de 31 años, enfrenta cargos por presuntamente ayudar a un grupo de apostadores a lucrarse tras informar a un conocido, Deniro "Niro" Laster, que abandonaría un partido en marzo de 2023 debido a una supuesta lesión. Según la fiscalía, Laster compartió o vendió esta información a terceros, quienes realizaron apuestas superiores a los $250,000.
Para ese entonces, Rozier militaba en los Charlotte Hornets. La información sobre su salida prematura del encuentro no figuraba en el reporte oficial de lesiones del equipo ni había sido difundida al público o a las casas de apuestas. En el partido en cuestión, el base jugó poco más de nueve minutos contra los New Orleans Pelicans antes de retirarse por una dolencia en el pie que, a la postre, le impediría volver a jugar el resto de esa campaña.
"El gobierno ha presentado este caso como si involucrara 'información privilegiada' y 'manipulación' de partidos, pero la acusación solo alega que algunos apostadores infringieron términos de uso contractuales", afirmaron sus abogados, James M. Trusty y A. Jeff Ifrah.
El argumento legal: El precedente Ciminelli
El núcleo de la defensa se basa en el fallo de 2023 de la Corte Suprema en el caso Estados Unidos v. Ciminelli. Según este precedente, los fiscales no pueden construir un caso de fraude electrónico basándose únicamente en que el acusado privó a una entidad (en este caso, las casas de apuestas) de información necesaria para tomar decisiones económicas discrecionales.
Los abogados destacan varios puntos clave para la defensa de Rozier:
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Falta de jurisdicción federal: Argumentan que las casas de apuestas están reguladas a nivel estatal y que cualquier violación de sus términos de servicio debería resolverse por vías civiles o fiscalías estatales, no mediante cargos federales de lavado de dinero y fraude.
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Veracidad de la lesión: Sostienen que Rozier realmente estaba lesionado y que profesionales médicos pueden dar fe de su condición física antes del juego contra los Pelicans.
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Ausencia de beneficio directo: La moción señala que no hay pruebas de que Rozier haya apostado personalmente o que supiera que Laster vendería la información a otros.
Un golpe a la integridad de la liga
Este caso es parte de una investigación más amplia que involucra a más de 30 personas en dos redes de juego distintas. La situación ha puesto bajo la lupa la integridad de la NBA en la era de las apuestas legalizadas, lo que obligó a la liga a endurecer sus políticas y requisitos en los informes de lesiones para evitar ventajas injustas.
Rozier, quien ha devengado cerca de $160 millones a lo largo de su carrera de 10 años, se declaró inocente el pasado 8 de diciembre en un tribunal de Brooklyn. Actualmente se encuentra libre bajo una fianza de $3 millones y tiene programada su próxima comparecencia ante la jueza LaShann DeArcy Hall para el 3 de marzo. Mientras tanto, el Heat y sus seguidores esperan una resolución que defina si uno de sus jugadores clave podrá regresar a la disciplina del equipo.