En la entrevista con Dsports Radio, el extécnico de la selección venezolana, Fernando "Bocha" Batista, ofreció una mirada sin precedentes a los momentos de tensión que se vivieron en el vestuario de la Vinotinto durante el partido decisivo contra Colombia en las eliminatorias.
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Sus declaraciones se centraron en la gestión de la presión y la influencia de un resultado externo en el rendimiento de sus jugadores.
La información indeseada y la gestión emocional
Fernando Batista admitió que, previo al segundo tiempo, su principal preocupación era aislar al equipo de lo que sucedía en el partido entre Bolivia y Brasil, cuyo resultado parcial tenía implicaciones directas en las aspiraciones mundialistas de Venezuela.
"Yo no quería que mis jugadores se enteraran del resultado parcial de Bolivia y Brasil. Pero bueno, surgió, ellos preguntaron y justo acababa de hacer gol Bolivia", reveló.
El gol de Bolivia generó un momento de nerviosismo que el "Bocha" intentó mitigar de inmediato. En su charla técnica, el mensaje no fue táctico, sino emocional. Les pidió a sus jugadores que mantuvieran la calma y se enfocaran en su propio partido.
"Más que de táctica fue que estuviéramos tranquilos, que no nos desesperemos con el resultado de la otra cancha, que nosotros íbamos 2-2 y que teníamos 50 minutos por delante como para ganar el partido", explicó.
La fragilidad psicológica
Desafortunadamente, Fernando Batista reconoció que el equipo sucumbió a la presión. La fragilidad psicológica se hizo evidente cuando Colombia anotó el 3-2 al inicio del segundo tiempo.
Este gol, más que un revés deportivo, se convirtió en un golpe moral que desestabilizó por completo a los jugadores venezolanos. "Cuando Colombia nos hace el 3-2, a los primeros cinco minutos entramos en un nerviosismo, en una locura y eso tranquilizó a Colombia", sentenció.
Dicho momento marcó un punto de inflexión, ya que el equipo perdió la compostura y la concentración, un factor que, según Batista, fue aprovechado por el rival para asegurar su victoria.