La experiencia y la sangre fría de Max Scherzer quedó en evidencia nuevamente en el choque decisivo de la Serie Mundial, luego de marchase del encuentro dejando a su equipo arriba en la pizarra.
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Aunque no completó los cinco episodios, el serpentinero hizo lo que quería el estratega de los Azulejos de Toronto e incluso lo mejoró porque su misión era lanzar por lo menos tres episodios.
Max Scherzer se crece en el séptimo de la Serie Mundial:
En total, Scherzer estuvo en el morrito durante cuatro episodios y un tercio, en los cuales aceptó apenas una anotación, aceptó cuatro imparables, ponchó a tres oponentes y regalando un pasaporte.
El temple de Max fue superior al de Shohei Ohtani, a quien le hicieron tres carreras en 2.1 innings de labor y eso permitió que el derecho de Toronto fuera sustituido cuando el duelo marchaba parcialmente 3-1 a favor de los locales.
El experimentado serpentinero fue ovacionado por todo el Rogers Center, cuando caminaba hacia el dígito, luego de ser cambiado.