Uno de los puntos más positivos que tiene la organización de los Yankees de Nueva York, tienen que ver con la profundidad que pueden tener en su roster de cara a una nueva temporada de la Major League Baseball. Donde uno de los nombres más importantes en este aspecto, es el del joven criollo, Oswaldo Cabrera.
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El pelotero de 25 años es uno de las grandes promesas que tienen los “Bombarderos”, tomando en consideración que tiene la posibilidad de jugar en varias posiciones del terreno de juego, algo que le podría funcionar con el pasar del tiempo y las situaciones en que lo requiera su cuerpo técnico.
Gracias a todo esto, ha podido cosechar el mejor inicio de su carrera a nivel ofensivo desde su llegada a Grandes Ligas, gracias a que tiene 20 turnos oficiales, cuatro carreras anotadas, ocho imparables, un doble, siete remolcadas, un boleto, seis ponches y un promedio de .400
Para explicar esto, hay que mencionar que su éxito se ha basado en su destacada efectividad ante los pitcheos quebrados. En estos momentos, cuando un lanzador ejecuta un cambio ante Cabrera, este responde con un promedio de .429 de 21 pitcheos posibles. Por si fuera poco, cuando se trata de la curva y el Slider pasa algo muy similar, ya que en 13 oportunidades que ha visto ese lanzamiento batea para .500
Esto demuestra una mejora significativa con respecto al año pasado, siendo un punto clave para estar constantemente en la alineación titular y ser de los bateadores más importantes para el cuerpo técnico que dirige Aaron Boone.
Los puntos a mejorar (Oswaldo Cabrera)
A pesar de todos los aspectos positivos antes mencionados, el joven criollo mantiene baja productividad cuando se trata de pitcheos en velocidad. Estos casos se deben a sus registros ante la recta de cuatro costuras y el sinker, los cuales en 37 pitcheos solo tiene un promedio de .200 entre ambos.
De igual forma, cuando se habla de la zona de strike, sucede una particularidad en cuanto a cuando tiene que conectar pitcheos pegados. Por lo que necesita cambiar esta dinámica para no tener grandes debilidades ante sus contrarios.
En sus entrenamientos primaverales, terminó con total de 20 juegos disputados, 53 turnos al bate, 10 imparables, un doble, dos cuadrangulares, tres remolcadas, dos bases robadas, cinco boletos, 11 ponches y un promedio de bateo en .213