A partir de 2024, el mundialmente reconocido aeropuerto Changi de Singapur introducirá un sistema automatizado de control de inmigración que permitirá a los pasajeros abandonar la capital sin necesidad de presentar un pasaporte físico, en su lugar, utilizarán datos biométricos para la identificación.
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La ministra de Comunicaciones de Singapur, Josephine Teo, anunció durante una sesión parlamentaria que Singapur se convertirá en uno de los primeros países en implementar un sistema de control de inmigración completamente automatizado y sin pasaporte. Actualmente, el aeropuerto Changi ya utiliza tecnología biométrica y reconocimiento facial en las filas automáticas de inmigración.
Los cambios planeados reducirán la necesidad de que los pasajeros presenten repetidamente sus documentos de viaje en los puntos de control, lo que permitirá un procesamiento más fluido y cómodo, afirmó Teo. La biometría se utilizará para crear una "única muestra de autenticación" que se emplea en varios puntos de contacto automatizados, desde la entrega de equipaje hasta los trámites de inmigración y el abordaje, eliminando la necesidad de documentos de viaje físicos como tarjetas de embarque y pasaportes.
Sin embargo, se enfatiza que los pasaportes seguirán siendo necesarios para viajar a la mayoría de los países fuera de Singapur que no ofrecen la opción de viajar sin ellos.
El aeropuerto Changi de Singapur, considerado uno de los mejores del mundo, presta servicio a más de 100 aerolíneas que vuelan a 400 ciudades en unos 100 países y territorios. A pesar de la pandemia de COVID-19, en junio de 2023 gestionó más de 5 millones de movimientos de pasajeros, superando la barrera de los 5 millones por primera vez desde enero de 2020. Actualmente, cuenta con cuatro terminales y está a punto de expandirse con la adición de una quinta para atender la creciente demanda de viajeros.
Los observadores consideran que la identificación biométrica podría ser el futuro de los viajes, con aeropuertos en todo el mundo ya implementando tecnología de reconocimiento facial y sistemas de identificación digital que cumplen con las normas de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI). Esto representa un avance hacia viajes más convenientes y sin complicaciones en un mundo cada vez más conectado digitalmente.