Lo que prometía ser una noche de gloria para el boxeador mexicano Jaime Munguía se convirtió en un capítulo inesperado y doloroso en su carrera.
NOTAS RELACIONADAS
En el sexto asalto, ante un público que llenaba el recinto en Tijuana, un derechazo perfecto del francés Bruno Surace envió a Munguía a la lona, silenciando a una ciudad que esperaba celebrar el triunfo de su ídolo.
El impacto fue contundente. El mexicano, con un récord brillante de 44 victorias (35 por nocaut) y solo dos derrotas previas, era ampliamente favorito para despachar a un oponente que llegaba con poco poder de nocaut y prácticamente sin renombre.
Sin embargo, Surace (ahora 27-0-2, 6 KOs) rompió con los pronósticos, mostrando una estrategia meticulosa y una resistencia que sorprendió incluso a los más optimistas.
Munguía comenzó marcando el ritmo de la pelea con su jab, mientras Surace parecía limitado a resistir y responder ocasionalmente. La mayoría en el público asumía que la única incógnita era en qué asalto Munguía lograría el nocaut.
El momento esperado parecía llegar en el segundo round, cuando un cruzado de izquierda del mexicano mandó a la lona al francés. Pero Surace, mostrando una resiliencia inesperada, se levantó y logró sobrevivir el ataque.
A partir del tercer asalto, el europeo ajustó su defensa y comenzó a frustrar los intentos de Munguía, que mostró una alarmante falta de creatividad y vulnerabilidad en su guardia.
Munguía intentó reiteradamente trabajar al cuerpo para desgastar a Surace, pero su oponente demostró ser más inteligente de lo esperado, reaccionando con contragolpes precisos.
En el sexto asalto, con el mexicano intentando cerrar la pelea a toda costa, dejó un hueco en su defensa, y Surace aprovechó la oportunidad para conectar un derechazo devastador.
El impacto del golpe fue demoledor. Munguía cayó pesadamente sobre la lona y, aunque el público esperaba verlo levantarse como tantas veces antes, esta vez el daño fue evidente. Desorientado y sin noción del tiempo y el espacio, el mexicano no pudo continuar, decretando un nocaut que marcó un giro inesperado en su carrera.