Cuando la NFL anunció en septiembre la participación de Bad Bunny como cabeza del show de medio tiempo del Super Bowl LX, no faltaron tanto aplausos como ceños fruncidos. Su elección fue tomada como un hito al ser un artista latino, cuya música es mayoritariamente en español.
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La NFL ratifica a Bad Bunny
Pese a los malos comentarios, El comisionado Roger Goodell defendió la decisión con contundencia: “Él es uno de los artistas más populares del mundo. Eso es lo que intentamos lograr”. Y dejó claro que no habrá marcha atrás: la liga “no está considerando” reemplazarlo.
Pero no todo es brillo y confeti. La elección de Bad Bunny encendió el debate: desde sectores conservadores se levantaron voces que consideraban que el halftime show debía representar un perfil “tradicional” del entretenimiento estadounidense.
El expresidente Donald Trump declaró en una entrevista: “No sé quién es. No sé por qué lo hacen… es como una locura”.
Por otro lado, voces de la comunidad latina, de la industria musical y de la cultura global celebraron que este tipo de plataformas muestren diversidad, un nuevo alcance y que “el español” suene fuerte en el gran espectáculo deportivo.
¿Por qué la NFL apuesta por Bad Bunny?
La explicación no es solo cultural o simbólica. El intérprete de "Baile inolvidable" lleva años liderando los listados: multitud de streaming global, giras abarrotadas, una presencia que trasciende fronteras.
Goodell lo resumió al decir: “Es cuidadosamente pensado… cuando tienes literalmente cientos de millones de personas viendo, es difícil acertar con todos”.
La NFL apuesta por un espectáculo que trascienda el campo deportivo y abra audiencias a latinos, jóvenes, globales. Y Bad Bunny encaja en ese perfil.
Además, la liga asume el factor riesgo; saben que habrá críticas, pero también saben que quedarse con lo seguro implica dejar pasar la evolución del entretenimiento.