Andrés Felipe Martínez, quien interpretó a Malcolm Ríos en “Pasión de Gavilanes”, tomó una drástica decisión en los últimos años al dejar Colombia tras un divorcio y una crisis económica, y emigrar a Estados Unidos en busca de estabilidad.
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En suelo norteamericano, lejos de los reflectores que lo vieron triunfar, se enfrentó a una realidad completamente distinta. En una entrevista contó que, al llegar, obtuvo permiso de trabajo, pero no oportunidades en actuación.
Del estrellato como actor a trabajos complejos
Por su situación económica aceptó empleos humildes como limpiar casas, cargar cajas pesadas, trabajó en mudanzas, limpieza de pisos y finalmente empezó como conductor en una empresa de alquiler de vehículos.
Durante sus primeros meses en Estados Unidos, Martínez confesó que tuvo que cargar cajas de hasta 100 libras para enviar mercancías a Colombia y Venezuela.
La rutina no fue fácil y en ocasiones durmió en el piso, compartiendo vivienda con otras personas, en busca de ahorrar lo suficiente para mantenerse y enviar dinero a sus hijos.
Ese contraste, dice él, le ha servido para cambiar su perspectiva: “Aquí se vive para trabajar”, aseguró en una entrevista, aceptando con orgullo que prefirió ese camino antes que la incertidumbre económica.
Su nueva rutina
Hoy, además de ser conductor en una empresa de alquiler de autos que recoge pasajeros en aeropuertos, gana lo suficiente para enviar remesas a sus tres hijos. Lejos de sentirse avergonzado, Martínez afirma que su ego no pesa cuando se trata de proteger a su familia.
“Estoy haciendo lo necesario por mis hijos y eso vale más que cualquier fama”, dijo. Aunque reconoce que la soledad y la distancia son su precio, asegura que jamás volvería a Colombia con la incertidumbre económica que vivió.
A pesar de la enorme transformación en su vida, el caleño de 63 años no ha cerrado del todo la puerta al arte. Según confesó, mantiene relaciones con el mundo actoral participando en obras de teatro locales y colabora con proyectos culturales en Estados Unidos, como parte de su plan B.
