El miércoles pasado, Mason Miller volvió a brillar en la lomita y silenció a la ofensiva de Cascabeles de Arizona, en la victoria 3-2 de Padres de San Diego en el Chase Field de Phoenix.
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Tras su reciente llegada a la organización californiana, gracias a un cambio en el que Atléticos lo envió junto a su compañero JP Sears el 31 de julio, no le ha costado mayor trabajo adaptarse.
Un verdadero lanzallamas
Para Miller, esta salida fue una revancha y un espaldarazo por parte del manager Mike Schildt, quien le dio un voto de confianza como cerrador.
Cabe destacar que, el martes, tuvo problemas en su relevo del octavo inning, desperdiciando su oportunidad de salvamento tras recibir un jonrón remolcador de Lourdes Gurriel Jr que igualó el duelo 5-5 y obligó las entradas extras.
Sin embargo, el mandamás del conjunto californiano se reencontró con su innegable dominio en el montículo justo el día siguiente. Asumir el rol de cerrador no fue nada nuevo para él, pero sí fue su primera aparición en el noveno episodio desde que viste la camiseta de Padres.
En esta presentación, solo enfrentó a 4 bateadores, concediendo una base por bolas a Blaze Alexander y ponchando a Gurriel Jr, Tyler Locklear y Adrián Del Castillo, respectivamente. De tal modo, se apuntó su primer juego salvado con esta divisa (21 del año) en solo 3 jornadas disputadas.
Asimismo, en esos tres compromisos, logró registrar los 5 lanzamientos más rápidos en la historia de la organización desde que se usa el rastreo de pitcheos (2008) y 10 de las 12 rectas más veloces de pitchers que hayan defendido esta camiseta.