El mundo del baloncesto fue testigo de un hito extraordinario que redefine la longevidad y la excelencia en el deporte. Stephen Curry, la superestrella de los Golden State Warriors, a sus 37 años, ha logrado una hazaña sin precedentes en la historia de la NBA: se ha convertido en el jugador de mayor edad en liderar a su equipo en las tres categorías estadísticas principales (puntos, rebotes y asistencias) en una serie de playoffs.
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Curry sigue cosechando récords
Este logro no solo subraya su dominio en la cancha, sino que también establece un nuevo estándar de rendimiento para atletas en sus últimas etapas de carrera. El récord anterior en una serie de postemporada se remonta a épocas pasadas, con leyendas que luchaban contra el paso del tiempo.
Sin embargo, Curry ha destrozado esos paradigmas, demostrando que la habilidad, la inteligencia de juego y un acondicionamiento físico impecable pueden superar las barreras de la edad. Este logro llega en un momento crucial para su equipo, que se enfrentaba a una dura competencia en los playoffs.
Un nivel élite
La capacidad de Curry para mantener un rendimiento de élite, incluso cuando las defensas rivales se centran en él, es un testimonio de su mentalidad inquebrantable y su compromiso con el juego. Sus actuaciones no se limitan a los números; su liderazgo en la cancha y en el vestuario ha sido fundamental para la cohesión y el éxito del equipo.