Muchas son las razones por las que una persona puede llegar a sentir ansiedad. Desde situaciones de trabajo hasta problemas de salud. Son uno de los causantes de este llamado trastorno.
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Se calcula que un 4% de la población mundial padece actualmente de ansiedad. En 2019, más de 300 millones de personas en el mundo sufrían de dicho trastorno mental. Aunque existen tratamientos muy eficaces, solo una de cada cuatro personas que lo necesitan (27,6%), aproximadamente, reciben algún tipo de ayuda.
Entre los obstáculos a la atención figuran la falta de concienciación de que el problema es una afección de salud que puede tratarse, la falta de inversión en servicios de salud mental, la falta de proveedores de atención de salud capacitados y el estigma social.
¿Qué es la Ansiedad?
La ansiedad es un sentimiento de miedo, temor e inquietud. Puede hacer que sude, se sienta inquieto, tenso y tener palpitaciones. Puede ser una reacción normal al estrés, puede empeorar con el tiempo. Los síntomas pueden interferir con las actividades diarias, como el desempeño en el trabajo, la escuela y las relaciones entre personas.
La ansiedad se convierte en trastorno cuando esta reacción se activa en situaciones habitualmente no amenzantes/peligrosas o de manera persistente, hasta el punto que interfiere de manera importante en la vida diaria. Por ejemplo, puede sentirse ansioso cuando se enfrenta a un problema difícil en el trabajo, antes de tomar un examen o antes de tomar una decisión importante.
Si bien la ansiedad puede ayudar a enfrentar una situación, para las personas con este trastornos, no es temporal y puede ser abrumadora. Tener en cuenta que la ansiedad es una emoción normal, ya que el objetivo no puede ser eliminarla, sino aprender a tolerarla y gestionarla.
¿Cómo calmar los ataques de ansiedad?
Las intervenciones psicológicas son tratamientos esenciales de los trastornos de ansiedad y consisten principalmente en terapias conversacionales con profesionales o con terapeutas especializados. Pueden ofrecerse a individuos o grupos, presencialmente o en línea. También puede accederse a ellas a través de manuales de autoayuda, sitios web y aplicaciones.
Aprender habilidades para gestionar el estrés, como las relacionadas con la relajación, puede ayudar a reducir los síntomas de ansiedad durante la noche. Los medicamentos antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, también pueden ser útiles en el tratamiento de adultos con trastornos de ansiedad.
El cuidado personal puede desempeñar un papel importante en el apoyo al tratamiento:
- Evitar o reducir el consumo de bebidas alcohólicas y no tomar drogas, ya que pueden empeorar la ansiedad.
- Hacer ejercicio a menudo, aunque solo sea dar un paseo.
- Seguir, en la medida de lo posible, unos hábitos alimenticios y de sueño regulares, y llevar una dieta sana.
- Aprender técnicas de relajación, como la respiración lenta y la relajación muscular progresiva.
- Desarrollar el hábito de la meditación de atención plena, aunque solo sean unos minutos al día.