El Santiago Bernabéu será escenario de un Clásico con doble tensión: la que se vive en el césped y la que se respira en el palco. Florentino Pérez y Joan Laporta compartirán mesa y palco tras semanas de distanciamiento, en el marco del Real Madrid vs Barcelona de LaLiga.
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La ruptura más simbólica se dio con la Superliga: Laporta se alineó con Ceferin y Al Khelaifi en Roma, mientras Pérez quedó como único defensor del proyecto. El gesto del presidente culé fue leído como un giro definitivo hacia la ECA y una traición al pacto inicial.
Florentino respondió desmontando el partido en Miami entre Villarreal y Barcelona, otro punto de fricción. Laporta, por su parte, denunció una “mano blanca” en la asamblea culé. El reencuentro en el Bernabéu será más que institucional: será una escena cargada de narrativa política.
El Clásico más politizado de los últimos tiempos
El partido entre Real Madrid y Barcelona ya no se juega solo en el césped. Las decisiones institucionales, los pactos rotos y las alianzas estratégicas han convertido este Clásico en una escena política que puede alterar el rumbo de la temporada y el relato de poder en Europa.
Si el Barca vence, el golpe será doble: deportivo y simbólico. La Superliga quedaría herida, y Joan Laporta consolidaría su acercamiento a la ECA y la UEFA. Sería una legitimación política de su ruptura con Florentino, y una reafirmación de su nuevo eje con Ceferin y Al Khelaifi.
Pero si gana el Madrid, el relato se invierte. El Barca quedaría expuesto como traidor, pero también como necesario. Pérez podría abrirle las puertas de regreso a la Superliga, sabiendo que el proyecto necesita al club blaugrana. Y Joan, urgido de dinero, podría aceptar el retorno como acto de supervivencia.
