Federico Valverde es mediocampista, lo ha sido siempre, pero en el Real Madrid actual aún no encuentra su lugar. El club y Xabi Alonso necesitan la mejor versión del uruguayo, pero sin Carvajal ni Trent disponibles; el lateral derecho es la única puerta para la titularidad.
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Valverde ya dejó claro que no nació para jugar de lateral. Lo dijo en sala de prensa y lo reafirmó con gestos. Pero también ha demostrado que no se esconde. Jugar en esa posición libera la medular para Jude Bellingham y resuelve una urgencia táctica. El sacrificio, lo define otra vez.
La alineación de Xabi Alonso ante Getafe será un mensaje. Si Fede aparece como lateral, no habrá conflicto: ayuda al equipo. Si juega en la mitad, alguien cubrirá el lateral y todo estará en sintonía. Pero si va al banquillo, el mensaje será otro: hay ruido con uno de los capitanes.
Federico Valverde invaluable para el Real Madrid actual
Federico Valverde es el jugador que todo técnico quiere tener. Su despliegue defensivo cubre zonas que otros no alcanzan, apoya a los laterales, barre espacios y sostiene el equilibrio táctico del equipo. Su presencia permite que el Madrid respire con orden e intensidad.
Valverde tiene una pegada que puede cambiar partidos en segundos. Su disparo desde fuera del área es amenaza constante, pero lo que más contagia es su garra. Juega con el alma, se deja la sangre en cada balón dividido y eleva el nivel de sus compañeros al 100%.
Fede es la narrativa viva del Real Madrid: sudar la camiseta y mancharla de todo, menos de vergüenza. Sin él en el once, el equipo pierde más que fútbol. Se pierde liderazgo, gol, defensa, equilibrio y madridismo. Desde su llegada, se ganó el corazón de la afición blanca a pulso.