En un movimiento inesperado y audaz, el técnico italiano decidió dejar fuera de la primera convocatoria al talentoso delantero del Real Madrid, Rodrygo Goes. Lejos de ser un castigo, esta medida ha sido interpretada como un gesto de protección, un plan a largo plazo para asegurar que el joven brasileño alcance su mejor nivel.
Un descanso estratégico
Según fuentes cercanas al cuerpo técnico, la no inclusión de Rodrygo se trata de un "descanso estratégico" mutuamente acordado. Tras una temporada extenuante, tanto física como mentalmente, el jugador de 24 años necesitaba un respiro para recuperarse y recuperar la confianza. Ancelotti, quien lo conoce a la perfección de su etapa en el Real Madrid, sabe que un jugador debe estar al 100% para vestir la camiseta de la selección, y en este momento, Rodrygo no lo estaba.
Un mensaje de autoridad y confianza
La decisión de Ancelotti no solo busca el bienestar del jugador, sino que también envía un claro mensaje al vestuario: en su era, nadie tiene el puesto asegurado. El técnico, conocido por su enfoque en la meritocracia, ha dejado claro que la titularidad se gana con base en el rendimiento y la condición física, no por el nombre o el historial.
"El campo dirá", ha declarado Ancelotti, dejando la puerta abierta para que Rodrygo se reincorpore a la selección en futuras convocatorias, siempre y cuando demuestre que ha recuperado su mejor forma. Este gesto, más que una falta de confianza, es un voto de fe en el potencial del jugador, dándole el tiempo necesario para resarcirse y volver a ser el jugador determinante que Brasil necesita en su camino hacia la Copa del Mundo 2026.