La lucha por la Serie Mundial 2025 se perfila como un interesante contraste entre poder económico y talento construido desde el desarrollo interno. Los Dodgers de Los Ángeles (#1 en nómina), Blue Jays de Toronto (#5), Marineros de Seattle (#15) y Cerveceros de Milwaukee (#21) son los cuatro equipos que siguen en carrera por el título, cada uno con filosofías y presupuestos muy diferentes.
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Mientras los Dodgers y los Blue Jays encabezan el grupo de organizaciones con inversiones millonarias, los Marineros y los Cerveceros representan el otro extremo: franquicias que, con menos recursos, han logrado competir gracias a una mezcla de jóvenes promesas, desarrollo constante y profundidad en su plantel.
Grandes nóminas no siempre garantizan campeonatos
Según datos de Spotrac, desde el año 2000 los campeones de Serie Mundial han tenido, en promedio, un ranking de nómina #9, lo que demuestra que el dinero ayuda, pero no asegura anillos. En más de dos décadas, solo algunos equipos con las plantillas más costosas lograron convertir su inversión en gloria, como los Yankees de 2009, los Red Sox de 2018 o los Dodgers de 2020.
Sin embargo, la historia también ha premiado al esfuerzo de los llamados underdogs: los Marlins de 2003, Royals de 2015 o los Astros de 2017 son ejemplos de cómo la combinación de química, talento joven y planificación puede imponerse sobre los grandes presupuestos.
De cara a esta Serie Mundial, la incógnita vuelve a plantearse: ¿pesará más el poder financiero de los Dodgers y Blue Jays, o el empuje de los modestos pero ambiciosos Marineros y Cerveceros? Lo cierto es que, como cada octubre, el diamante dictará sentencia. Y en el béisbol, la historia demuestra que ni los millones ni las estadísticas pueden comprar la magia del juego.