En lo que ha sido una temporada para los libros de récords, Shohei Ohtani no solo ha cimentado su estatus como un fenómeno generacional, sino que también se ha erigido como la definición viviente de un "unicornio" en el béisbol de las Grandes Ligas (MLB). Los números de esta temporada lo colocan en una liga propia, demostrando una versatilidad sin precedentes que domina tanto desde el montículo como en la caja de bateo.
Dominio ofensivo y velocidad: El único 50-20
En el lado ofensivo, Ohtani ha alcanzado una hazaña que ningún otro bateador en la MLB ha podido igualar esta temporada. Él es el único bateador de la liga con 50 o más jonrones (HR) y 20 o más bases robadas (SB). Esta combinación de poder de élite y velocidad dinámica es extremadamente rara, y subraya su capacidad para cambiar el juego con un solo swing o al tomar una base extra.
Élite de ponchadores: 33% de tasa de K como abridor
Pero el impacto de Ohtani no se limita a la ofensiva. A pesar de la carga de trabajo de su posición, ha mantenido un rendimiento de lanzador abridor (starter) que lo coloca junto a los mejores de la liga en términos de eficiencia para ponchar.
De hecho, Ohtani es uno de solo dos abridores en toda la MLB con una tasa de ponches (K%) superior al 33% (mínimo de 40 entradas lanzadas), compartiendo esta estadística de élite únicamente con el as establecido Zack Wheeler.
La combinación de estas dos estadísticas, es lo que verdaderamente consolida su apodo de "unicornio". Ningún otro jugador en la historia del béisbol moderno ha podido siquiera acercarse a este nivel de dominio bidireccional.
Shohei Ohtani no solo tuvo una temporada memorable; está reescribiendo lo que se considera posible en el deporte, estableciendo una marca que probablemente permanezca inigualable por décadas.