La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido una alerta en un reciente informe sobre la propagación de la nueva variante del COVID-19, conocida como NB.1.8.1. Este nuevo linaje ha comenzado a generar un aumento de casos en diversas regiones del mundo, especialmente en el Mediterráneo oriental, el Pacífico occidental y el sudeste asiático.
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Datos sobre la nueva variante
Según el informe, a mediados de mayo, la variante NB.1.8.1. alcanzó un 11% de las muestras secuenciadas globalmente. La OMS ha observado un ligero cambio en las tendencias de las variantes del SARS-CoV-2 desde principios de 2025, destacando que mientras la circulación de la variante LP.8.1 ha ido disminuyendo, los informes sobre NB.1.8.1. han ido en aumento, alcanzando el 10,7% de las secuencias notificadas.
Riesgo relativo y monitoreo
A pesar del incremento en los casos, la OMS ha calificado a la variante NB.1.8.1. como "en seguimiento", indicando que el riesgo para la salud pública sigue siendo relativamente bajo a nivel global. Esto sugiere que, aunque se está propagando, no se ha observado un aumento significativo en la gravedad de los síntomas asociados con esta nueva mutación.
Efectividad de las vacunas
La OMS también expresó su confianza en que las vacunas existentes continúen siendo efectivas contra esta nueva variante del coronavirus. Esto es un alivio para muchos, ya que la vacunación sigue siendo una herramienta crucial en la lucha contra la pandemia.
Situación en el pacífico occidental
En el Pacífico occidental, varios países han reportado un aumento en los casos de COVID-19 y hospitalizaciones asociadas. Sin embargo, hasta el momento no hay evidencia que sugiera que la enfermedad provocada por la variante NB.1.8.1. sea más grave que las cepas anteriores del virus.
Recomendaciones para los estados miembros
La OMS ha instado a todos los Estados miembros a seguir aplicando un enfoque integrado y basado en el riesgo para gestionar la COVID-19. El organismo continúa monitoreando de cerca la situación para estudiar cualquier cambio en la gravedad de la enfermedad o en la eficacia de las vacunas disponibles.