La Administración Trump está considerando una reestructuración significativa en el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) debido a la insatisfacción generada por el retraso en cumplir con las metas diarias de arrestos de inmigrantes. Según información de CNN, el objetivo establecido para la agencia es realizar 3,000 arrestos diarios, una meta que ha resultado ser un reto considerable.
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Fuentes cercanas al proceso han revelado que al menos una docena de directores de oficinas locales de ICE podrían ser reasignados como parte de esta reorganización. La evaluación de estos directores se basa en su desempeño, que ha sido calificado como deficiente, afectando a casi la mitad de las 25 oficinas de campo de la agencia.
Apoyo adicional de la patrulla fronteriza
Para abordar el incumplimiento en las detenciones, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha comenzado a desplegar agentes de la Patrulla Fronteriza (CBP) a nivel nacional. Más de 1,500 agentes de CBP están actualmente colaborando con ICE, participando en operaciones que han generado controversia y enfrentamientos con manifestantes.
La portavoz del DHS, Tricia McLaughlin, afirmó: “Si bien no tenemos cambios de personal que anunciar en este momento, la Administración Trump sigue enfocada en obtener resultados y expulsar a los inmigrantes ilegales criminales violentos de este país”. Esta declaración subraya la intención del gobierno de intensificar sus esfuerzos en el control migratorio.
Posibles reemplazos en la dirección
Dentro de las discusiones sobre la reestructuración, se contempla la posibilidad de reemplazar a algunos jefes de oficinas de campo de ICE con funcionarios provenientes de la Patrulla Fronteriza. Aunque estos planes aún no están concretados, reflejan un cambio en la estrategia del gobierno para abordar las críticas y mejorar la efectividad en las operaciones migratorias.
Gregory Bovino, agente jefe de patrulla del sector El Centro, ha sido designado para liderar las operaciones migratorias en ciudades gobernadas por el Partido Demócrata. Su labor ha sido reconocida tanto por los líderes del DHS como por la Casa Blanca, lo que resalta la creciente colaboración entre ICE y la Patrulla Fronteriza.
La agencia está bajo presión tanto por quienes consideran que sus acciones son insuficientes como por aquellos que las califican de excesivas. Esta situación ha llevado al gobierno a reevaluar su enfoque y buscar soluciones efectivas para cumplir con sus metas migratorias.
