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La entrada en vigor de la Ley Real ID, el pasado 7 de mayo, trajo consigo una serie de modificaciones que afectan la renovación de licencias de conducir en Estados Unidos. La medida busca fortalecer los estándares de seguridad en documentos de identificación que se utilizan para volar dentro del país, ingresar a edificios gubernamentales o acceder a instalaciones de alta seguridad.
Quiénes califican y quiénes quedan fuera
De acuerdo con la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA), solo los ciudadanos estadounidenses y los extranjeros que puedan comprobar su estatus legal están habilitados para obtener o renovar una licencia bajo los parámetros del Real ID. Aquellos que no puedan demostrar su permanencia legal no tendrán acceso a este tipo de documento, limitando su validez para trámites oficiales.
Uno de los puntos clave es que las licencias temporales o de plazo limitado ya no podrán renovarse de forma remota. Según la TSA, estos documentos deben renovarse exclusivamente de manera presencial, y es obligatorio que incluyan en el anverso y en la zona legible por máquina la palabra “temporal”, junto con la fecha de vencimiento, en cada renovación, el solicitante deberá presentar pruebas de que su estatus temporal sigue vigente.
Con la implementación de esta normativa, solo las licencias que cuentan con la estrella en la esquina superior derecha o aquellas emitidas como licencias mejoradas en estados autorizados, son válidas para los fines oficiales del Real ID. Entre los estados y territorios que cumplen con esta medida se encuentran:
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California
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Colorado
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Georgia
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Illinois
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Iowa
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Kentucky
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Luisiana
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Maryland
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Montana
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Nueva York
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Ohio
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Puerto Rico
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Virginia
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Virginia Occidental, entre otros.
Qué pasa con quienes no califican para Real ID
Las autoridades explicaron que quienes no logren obtener una licencia Real ID todavía podrán acceder a una licencia de conducir regular estatal. Sin embargo, este documento tendrá limitaciones importantes: no será aceptado para viajes en vuelos comerciales dentro del país ni para entrar a instalaciones militares o edificios federales de alta seguridad.