Si bien Rafael Devers no estaba ya cómodo en los Medias Rojas de Boston, su cambio a los Gigantes de San Francisco no ha tenido un impacto realmente inmediato, ya que su rendimiento ofensivo actualmente no es el mejor. El dominicano ha dado uno que otro batazo con su nuevo uniforme en las Grandes Ligas, pero realmente no es lo que se espera de un pelotero de su calibre.
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"Carita", como es apodado, ha ido de más a menos en esta campaña 2025, desde que fue cambiado de equipo. Sin embargo, se puede intuir que está todavía en ese proceso de adaptación, por el tema de un nuevo estadio, nuevos compañeros y demás.
Rafael Devers lidera récord negativo
Desde que Devers se unió a los Gigantes de San Francisco, su producción ofensiva ha sido motivo de preocupación. En apenas 16 juegos con su nuevo equipo, el antesalista dominicano ha acumulado 25 ponches, la cifra más alta entre todos los bateadores de las Grandes Ligas en ese lapso.
Conocido por su poder al bate y su capacidad para producir carreras, el quisqueyano de 28 años ha tenido dificultades para adaptarse al pitcheo de la Liga Nacional. Su tasa de ponches ha superado el 35% desde que viste el uniforme de San Francisco, una cifra inusualmente alta para un jugador de su calibre. Este inicio tambaleante ha levantado interrogantes sobre su enfoque en el plato y la presión de responder en una nueva organización.
Los Gigantes, que adquirieron a Devers con la esperanza de fortalecer el corazón de su alineación, aún confían en que el bateador zurdo recupere su forma. A pesar de los ponches, su historial ofensivo sugiere que puede salir de este bache si logra hacer ajustes en su swing y mejorar su selección de lanzamientos.
La temporada todavía es larga, y tanto el cuerpo técnico como los fanáticos de San Francisco esperan que estos números solo sean parte de un proceso de adaptación.
Así batea Rafael Devers con San Francisco
En esos 16 encuentros, Rafael Devers acumula 13 hits, entre ellos tres dobles y dos jonrones. Además, registra nueve carreras remolcadas, cinco anotadas y un promedio preocupante de .210, unos números que claramente buscará mejorar en la segunda mitad de la temporada.