La llegada de Rafael Devers a los Gigantes de San Francisco representa un golpe ofensivo de alto calibre. Así lo confirmó el gerente general y leyenda del equipo, Buster Posey, quien aseguró que el dominicano verá acción en la antesala, la inicial y como bateador designado.
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“Existe la posibilidad de que juegue algo en tercera ante la ausencia de Matt Chapman, también algo en primera y como DH”, declaró Posey, despejando dudas sobre el rol defensivo de Devers en su nuevo equipo. La lesión de Chapman abrió una ventana inmediata para que el exjugador de los Medias Rojas retome su posición natural en la esquina caliente hasta que el antesalista titular de la Bahía vuelva.
Un ganador con hambre de redención
Más allá de su impacto con el bate, .285 de promedio, 15 jonrones y un OPS de .905 en 73 juegos esta temporada, Posey destacó el carácter competitivo de Devers: “Por todo lo que me han dicho, es un ganador. Quiere hacer lo que sea para ayudar al equipo”.
El traspaso desde Boston, oficializado el domingo por la noche, apenas horas de que, Gracias a Devers, Boston barriera a los Yankees en la serie de tres juegos en Fenway Park, esto marcó el fin de una relación tensa con los patirrojos. Aunque Posey no entró en detalles, reconoció que hubo “idas y vueltas” con la organización anterior. “No tengo todos los detalles de por qué se rompió esa relación, pero él está emocionado de estar en San Francisco”, añadió.
San Francisco apuesta en grande
Con un contrato vigente hasta 2033 por 330 millones millones de dólares, Rafael Devers se convierte en una pieza central del proyecto competitivo de los Gigantes. Su incorporación no solo cubre una necesidad inmediata, sino que envía un mensaje claro: San Francisco quiere ganar ahora.