El alero de los Phoenix Suns, Dillon Brooks, compartió este miércoles sus reflexiones tras haber sido expulsado en los instantes finales de la ajustada derrota del pasado domingo ante Los Angeles Lakers. Aunque mostró remordimiento por dejar a su equipo en un momento crítico, no retrocedió en su particular guerra verbal contra LeBron James.
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Sin embargo, a pesar de reconocer que debe controlar sus emociones, el jugador de 29 años no dudó en redoblar su postura agresiva contra la superestrella de los Lakers. "Ese ha sido mi problema durante toda mi carrera: dejo que esas cosas sucedan y luego me voy de la cancha", admitió Brooks en declaraciones recogidas por Doug Haller de The Athletic.
Ataque directo a la mentalidad de LeBron
La tensión alcanzó su punto máximo en el último minuto del encuentro, cuando Brooks recibió su segunda falta técnica. El conflicto venía escalando desde temprano en el partido, cuando ambos jugadores ya habían sido sancionados con una técnica mutua tras un incidente en el que James tuvo que ser contenido después de que Brooks le lanzara un balón.
No obstante, al ser cuestionado sobre el evidente malestar de James durante el partido, Brooks fue tajante:
"Supongo que es un adicto a las redes sociales", disparó el jugador de los Suns. "Está en todas las plataformas, así que entiende perfectamente lo que digo. Como ya he mencionado, él cree que la gente debería pensar de cierta manera sobre él, no decir nada negativo o jugar de una forma específica frente a él; yo no voy a jugar así. Se pone de mal humor o lo que sea. Estoy totalmente de acuerdo con eso".
Este intercambio es solo el capítulo más reciente de una rivalidad que parece no tener fin. Tras su primer enfrentamiento de la temporada el 2 de diciembre —donde Brooks anotó 33 puntos—, el alero ya había declarado que a James "le gusta la gente que se inclina ante él", sentenciando: "Yo no me inclino".
Un final de película y la polémica del arbitraje
El domingo, Brooks parecía haberse vestido de héroe al encestar un triple sobre la marca de James que le dio a Phoenix una ventaja de 114-113 con solo 12.2 segundos en el reloj, culminando una remontada tras haber estado 20 puntos abajo. Sin embargo, en la jugada que cerró el encuentro, James derribó a Brooks, lo que desató las quejas del jugador de los Suns por una falta no pitada y el posterior enfrentamiento físico que terminó en su expulsión.
A pesar de las protestas, el informe de la NBA sobre los últimos dos minutos (Last Two Minute Report) confirmó que los árbitros acertaron al no señalar infracción en esa jugada final.
La otra cara de la moneda
Por su parte, LeBron James intentó restarle dramatismo a la situación tras el partido, enfocándose puramente en el aspecto competitivo. "Simplemente me gusta competir", comentó James a Dave McMenamin de ESPN. "Él va a competir, yo voy a competir. Nos vamos a enfrentar. Intento no llegar al límite, y normalmente no llego a ese punto, pero simplemente competimos hasta el final".
Brooks, quien finalizó con 18 puntos antes de salir del juego, concluyó asegurando que buscará un equilibrio en el futuro cercano: "Cuando estoy en la cancha, cambio todo el juego", afirmó, consciente de que su presencia física es vital para las aspiraciones de los Suns, siempre y cuando logre mantenerse dentro del partido.
Nota del editor
Con este resultado, la serie particular entre Suns y Lakers esta temporada se mantiene al rojo vivo, consolidando a Brooks como el "villano" favorito de la afición angelina y el principal agitador de la Conferencia Oeste.
