Los niños migrantes pueden ser los más vulnerables en un cambio de aires. Esta es la principal razón de una familia para evitar emigrar a un país como Estados Unidos; sin embargo, cada padre debe leer este artículo por la seguridad y el bienestar de su hijo.
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Es importante comenzar diciendo que los Estados Unidos es un país multicultural; en esa línea ellos garantizan los derechos de los niños migrantes de la misma forma que sus locales. En ese sentido, las personas que van a emigrar pueden hacerlo con confianza.
Es más, a los niños en esta situación los protegen incluso entes como la Corte Interamericana de Derechos Humanos; que entre otras cosas es muy estricta en estos temas.
Estos son los derechos de los niños migrantes
Los niños son un grupo bastante vulnerable desde el inicio, pero el migrante se encuentra otra situación; ya que no conoce a cultura nueva, se debe adaptar a otras cosas que pueden ser difíciles a corta edad.
- El derecho a la vida, la libertad y la propiedad.
- El derecho al debido proceso de ley.
- El derecho a la igual protección ante la ley.
- El derecho a la educación.
- El derecho a la atención de la salud.
- El derecho a estar libre de violencia y explotación.
- El derecho a participar en las decisiones que afectan sus vidas.
Son los mismos derechos que tienen los niños nacidos en Estados Unidos; por lo que en esa área, no tendrán problema aquellas familias que deseen establecerse en América. Es parte de la constitución del país, con enmiendas muy claras y respetadas al respecto.
Otros derechos de los niños migrantes
Incluso los niños migrantes tienen garantizados un derecho a la educación; que está contemplado en la Ley de Educación Primaria y Secundaria por sus siglas ESEA. En esa línea, están protegidos y pueden entrar en cualquier institución pública; sin nada que se los prohíba.
Por otra parte, están cubiertos en derechos a la salud; no es parte de la constitución, pero sí de leyes federales. De hecho, hay programas como CHIP (Programa de Seguro Médico para niños) que garantiza atención a todos en Estados Unidos.
En conclusión, cada niño migrante tiene sus derechos garantizados, tanto por la constitución, como por leyes federales. No importa etnia, origen, nacionalidad, religión, sexo o discapacidad, en Estados Unidos tienen su derechos garantizados.