A partir del 30 de septiembre de 2025, los beneficiarios del Seguro Social en Estados Unidos tendrán que adaptarse a un nuevo método de pago: se eliminarán los cheques en papel y todos los pagos se realizarán exclusivamente a través de transferencias electrónicas. Este cambio, confirmado por la Administración del Seguro Social (SSA), marca el fin de una era para millones de jubilados y beneficiarios.
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Durante años, miles de personas han recibido sus prestaciones mensuales en formato físico. Sin embargo, la digitalización se ha vuelto una necesidad. Según datos oficiales, en 2024, menos del 1% de los 68 millones de beneficiarios aún cobraban mediante cheques. Este grupo reducido será el más afectado por la medida y deberá adaptarse al nuevo sistema electrónico.
Beneficios de la transición a pagos electrónicos
La decisión de digitalizar los pagos del Seguro Social responde a varias razones que buscan mejorar el sistema de prestaciones:
• Mayor seguridad: Los cheques en papel son 16 veces más propensos a perderse o ser robados en comparación con los pagos electrónicos.
• Rapidez en la recepción: Los depósitos electrónicos se procesan sin demoras, mientras que los cheques dependen del servicio postal.
• Ahorro de costos: Emitir un cheque cuesta alrededor de 50 centavos, mientras que una transferencia digital solo cuesta menos de 15 centavos.
Opciones para recibir el pago del Seguro Social
Aquellos que aún utilizan cheques deberán elegir una de las dos alternativas electrónicas disponibles:
1. Depósito Directo: Los beneficiarios pueden optar por recibir sus pagos directamente en sus cuentas bancarias o de ahorro.
2. Tarjeta Direct Express: Esta opción está diseñada para quienes no tienen acceso a una cuenta bancaria.
La SSA ha comenzado a enviar notificaciones a los beneficiarios con instrucciones sobre cómo realizar el cambio a pagos electrónicos. Además, están ofreciendo asistencia personalizada en sus oficinas y distribuyendo folletos informativos para facilitar la transición. Con esta medida, el gobierno busca no solo modernizar el sistema, sino también garantizar que los beneficiarios reciban su dinero de manera más segura y eficiente.