En otra jornada para el recuerdo, Erling Braut Haaland volvió a exhibir su voracidad goleadora y dejó claro por qué es considerado uno de los atacantes más letales del mundo. Con un doblete que sacudió la red del Bournemouth, el delantero noruego comandó el triunfo del Manchester City condición de visitante.
NOTAS RELACIONADAS
Desde el pitido inicial, 'El Androide' impuso su presencia, ubicándose siempre entre los defensores rivales, buscando remates que desestabilizan y muestras de potencia que parecen de otro planeta.
Su primer gol surgió tras una combinación rápida en tres toques, donde el pase filtrado rompió la línea defensiva y dejó al delantero en una posición inmejorable. El segundo, apenas minutos después, remató un centro medido al corazón del área con una eficacia escalofriante que no admitió repliegues.
Los números, por supuesto, hablan por sí solos: dos goles en menos de treinta minutos, un remate al travesaño, cuatro tiros al arco y una presencia constante que generó espacios para sus compañeros. Esa actuación no solo le regaló la victoria a su equipo, sino que también reforzó su condición de máquina de marcar en el fútbol moderno.
Candidato a la Bota de Oro
El Manchester City, bajo la dirección de Josep Guardiola, supo aprovechar la euforia que generó Haaland y manejó la segunda mitad con mucha inteligencia. Aunque el rival intentó reaccionar tras el descanso, el City cerró líneas y controló el tempo hasta el final del partido.
El noruego, además, registra trece goles en diez compromisos por la Premier League. Sumando sus cuatro tantos en la Liga de Campeones de la UEFA, ya posee diecisiete anotaciones en la actual campaña.
Persiguiendo el liderato
Para el atacante, esta actuación representa mucho más que un triunfo, es un recordatorio de su ambición sin límites. En una liga que exige constancia, Haaland no solo marca goles, marca en grande. Con este doblete, mete al City en el segundo lugar de la tabla con 19 puntos, seis menos que el líder Arsenal.