Luis Rubiales, ex-presidente de la RFEF, fue citado por la justicia española tras una querella en el que la Fiscalía acusó a Rubiales de agresión sexual y coacciones por el beso en la boca de la jugadora Jenni Hermoso el pasado 20 de agosto tras ganar el Mundial Femenino en Sydney.
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El magistrado a cargo del caso, juez Francisco de Jorge lo interrogó en calidad de investigado por presunta agresión sexual y coacciones.
Según fuentes cercanas, presentes en la declaración, Rubiales mantuvo su postura y negó coacciones contra Jennifer Hermoso y que no hubiese consentimiento en el beso que dio a la futbolista.
Tras la comparecencia de Rubiales, que ha respondido a las preguntas de todas las partes personadas en el procedimiento, la Fiscalía ha solicitado que se le impongan medidas cautelares consistentes en comparecencias en el juzgado cada quince días, así como una orden de alejamiento de Hermoso en un radio de 500 metros y prohibición de comunicarse con ella por cualquiera medio durante la instrucción de la causa.
La abogada de Jenni Hermoso, Carla Vall ha solicitado medidas cautelares por el acto "humillante" que vivió su representada una vez finalizada la comparecencia ante el juzgado de Rubiales.