Una ola de frustración e incredulidad recorre el vestuario del Real Madrid. Jugadores y cuerpo técnico, habituados a la presión del más alto nivel, no pueden ocultar su malestar por lo que perciben como una serie de errores arbitrales y del VAR que los han perjudicado de manera reiterada en las jornadas recientes de la Liga Española.
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La sensación de ser blanco de un trato injusto y distinto a la de sus competidores ha calado hondo. No se trata de un simple error puntual; la plantilla considera que hay un patrón de decisiones en su contra que ha afectado directamente los resultados y la dinámica del equipo en la lucha por el título.
La frustración es especialmente palpable en situaciones clave donde el VAR, una herramienta diseñada para impartir justicia, parece haber fallado en su propósito.
¡No pueden creerlo!
Esta situación ha derivado en la creencia de que existe una persecución arbitral. Los jugadores no solo señalan las decisiones en el campo, sino también las actitudes y declaraciones que, a su parecer, denotan una animadversión hacia el club.
La percepción es que la vara con la que se mide al Real Madrid es notablemente más estricta que la utilizada con otros equipos punteros. A cada error en su contra, la sensación de estar en una desventaja artificial frente a sus rivales directos se fortalece, generando un ambiente de desconfianza que amenaza con afectar la moral del equipo.
Los errores arbitrales han generado un impacto en los resultados y comenzado a influir en la mentalidad de los jugadores. La sensación de tener que luchar no solo contra el rival en el campo, sino también contra decisiones externas, es un peso añadido que el vestuario no esperaba tener.
Se espera que el club tome una postura firme al respecto para defender los intereses del equipo y asegurar que la equidad prevalezca en las próximas jornadas de LaLiga.