En solo un año, los Mets de Nueva York protagonizaron un cambio histórico en Queens, pasando de ser un equipo de asistencia promedio en las Grandes Ligas a convertirse en una de las franquicias más seguidas en los estadios. El impacto en las gradas refleja no solo la pasión de los fanáticos, sino también el impulso de una organización que supo reconectar con su gente.
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De la mitad de tabla al Top 5 de la MLB
El año pasado, los "Metropolitanos" registraron 1,811,501 fanáticos en 65 juegos en casa, con un promedio de 27,869 espectadores por encuentro, lo que los ubicaba en la posición #17 de la MLB. Un año más tarde, en 2025, la cifra dio un salto impresionante: 2,522,264 fanáticos en la misma cantidad de compromisos, con un promedio de 38,804 asistentes por juego, colocándose en el puesto #5 del ranking.
La diferencia habla por sí sola: más de 710 mil fanáticos adicionales en total y un incremento de 10,935 personas por juego, la subida más grande de todas las Grandes Ligas. Este repunte de casi 40% es una muestra del magnetismo que la franquicia ha logrado generar en su comunidad y en la ciudad de Nueva York.
El cambio también refleja el efecto positivo de factores deportivos y extradeportivos, desde un mejor rendimiento en el campo hasta una mayor conexión con la afición a través de experiencias en el estadio, promociones y la creación de un ambiente que invita a llenar las gradas noche tras noche.
Con este salto histórico, los Mets confirman que Queens vuelve a ser un epicentro del béisbol en la MLB. La franquicia no solo pelea en el terreno de juego, sino también en las tribunas, donde ha logrado una de las transformaciones más espectaculares en la historia reciente del mejor beisbol del mundo.