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En el apasionante mundo del beisbol, donde los récords se rompen constantemente y las hazañas individuales brillan con luz propia, algunos jugadores logran dejar una huella imborrable en su última temporada. Este es el caso de David Ortiz y Kyle Seager, dos bateadores de poder que demostraron una vez más su talento en sus últimos años en las Grandes Ligas.
Un análisis de las estadísticas revela un hecho sorprendente: solo dos jugadores en la historia reciente lograron combinar más de 35 jonrones con más de 100 carreras impulsadas en su última temporada. Estos dos nombres son, precisamente, David Ortiz y Kyle Seager.
El "Big Papi", en 2016, conmocionó al béisbol al conectar 38 cuadrangulares e impulsar 127 carreras, cifras que lo colocaron entre los mejores bateadores del año. Por su parte, Kyle Seager, en 2021, también demostró su poder al conectar 35 jonrones e impulsar 101 carreras, consolidando su estatus como uno de los mejores tercera base de su generación.
¿Qué hace que estos números sean tan impresionantes? En primer lugar, alcanzar estas cifras en cualquier temporada es un logro notable, pero hacerlo en la última temporada de una carrera es aún más significativo. Los jugadores suelen experimentar una disminución en su producción ofensiva a medida que envejecen, por lo que mantener un nivel de excelencia tan alto en los últimos años es una muestra de talento excepcional y una dedicación inquebrantable.
Además, tanto Ortiz como Seager fueron figuras clave en sus respectivos equipos durante toda su carrera. Ortiz, con los Medias Rojas de Boston, se convirtió en una leyenda y uno de los bateadores más temidos de la Liga Americana. Seager, por su parte, fue una pieza fundamental de los Marineros de Seattle durante muchos años. Sus logros en sus últimas temporadas sirvieron como un broche de oro a carreras llenas de éxitos.
David Ortiz y Kyle Seager dejaron un legado en la Gran Carpa al cerrar sus carreras con temporadas de poder excepcional. Sus nombres quedarán grabados en la historia del deporte como dos de los pocos jugadores que lograron combinar más de 35 jonrones con más de 100 carreras impulsadas en su último año.