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En el mundo de las inversiones, algunas apuestas resultan ser verdaderos jonrones. Tal es el caso de un inversor visionario que en 1996 adquirió una joya del beisbol: una carta de Mickey Mantle del año 1952. En aquel entonces, desembolsó la nada despreciable suma de 121.000 dólares por esta pequeña pieza de cartón. Sin embargo, lo que parecía una inversión arriesgada en su momento, se ha convertido en una jugada maestra.
Avanzamos rápidamente al año 2024, y el panorama ha cambiado drásticamente. La misma carta de Mantle, ahora calificada con un PSA 10 (la máxima puntuación posible), se estima que tiene un valor que supera los 30 millones de dólares. Esto representa un aumento exponencial en su valor, convirtiéndola en una de las tarjetas deportivas más caras de la historia.
Pero este no es un caso aislado. En agosto de 2022, otra carta de Mickey Mantle, aunque con una calificación ligeramente inferior (PSA 9.5), fue subastada por la impresionante cifra de 12.6 millones de dólares. Estos eventos demuestran el creciente interés y valor que los coleccionistas y inversores están otorgando a las tarjetas deportivas de beisbol, especialmente a aquellas que pertenecen a leyendas como Mickey Mantle.
La historia de la carta de Mickey Mantle es un claro ejemplo de cómo un objeto aparentemente simple puede convertirse en una inversión extremadamente lucrativa. Sin embargo, es importante recordar que el mercado de las tarjetas deportivas es volátil y sujeto a fluctuaciones. A pesar de esto, la tendencia actual sugiere que el valor de las cartas de beisbol de alta calidad continuará creciendo en los próximos años.